Lo que nos enseña la envidia.

Lo que nos enseña la envidia.

 

Las emociones negativas son tan fuertes, que si tuviéramos que medirlas en una escala del 1 al 10, siempre llegarían al tope. Es por eso que sentirse frustrado, estresado y ansioso, es mucho más fácil que mantenerse sereno. Este es el caso de la envidia, una emoción intensa que llega sin avisar y nos genera malestar. 


Pero como de todo lo que no nos hace bien siempre se puede aprender y sacar lo mejor, te dejaré por aquí 4 enseñanzas de la envidia que nos han permitido verla desde una mirada más positiva. 


1. Convierte el deseo en un impulso de motivación. 

Todos nos esforzamos de maneras diferentes para conseguir lo que queremos y puede ser ese el motivo por el cual aún no tienes eso que siempre has soñado. Eso no significa que nunca lo podrás obtener, sino que debes cambiar la estrategia para lograrlo. Encuentra en las personas que ya lo tienen, la motivación para alcanzar ese objetivo, material o personal, que tienes en mente y que te ha robado el sueño muchas noches.  


2. Tus gustos y prioridades son únicos. 

Entender que tus gustos son solamente tuyos te permitirá aceptar que no todo lo que ves en los demás te satisface a ti. Es importante que en momentos donde ese hater interno aparezca para desear lo de los demás, evalúes si realmente eso hace parte de tus pilares de vida. Hazte estas preguntas y encontrarás la respuesta: ¿Realmente es algo que anhelo para mí? ¿Es un gusto propio o que la sociedad me impone?


3. La envidia es un síntoma de la ausencia de gratitud.

La mentalidad de déficit puede hacerte olvidar todo lo que ya tienes y has logrado, minimizando tus posesiones y maximizando las de los demás. Te puede hacer perder de vista todas las cosas increíbles que has conseguido, los hermosos lugares que has visitado, la empresa tan cool donde trabajas y las mil razones que tienes para agradecer a tu cuerpo. Cuando este sentimiento llegue a tu alma, transfórmalo en gratitud y reflexiona sobre tu propio camino.


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4. Lo que deseas para los demás es lo que atraes para ti.


Es normal que la envidia desencadene en ti actitudes de resentimiento, teniendo pensamientos negativos y deseando cosas no tan buenas para esa persona. Y aunque pueda parecer normal, no es una conducta sana. En esos instantes donde veas en otras personas esas cosas wow que siempre has querido para ti, convierte la envidia en empatía y reconoce que todos somos merecedores de cosas buenas y que en algún momento todo eso llegará a ti.


Recuerda siempre que hay una gran diferencia entre la admiración y la envidia, el deseo y el resentimiento, la insatisfacción y la ambición. Procura que en tu alma siempre predominen sentimientos positivos que nutran tu corazón, porque como dicen por ahí “la envidia mata el alma y la envenena”. 

 

 

Dirección: Andre Agudelo.

Redacción: Melissa Pérez.

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